Lanzamiento de jabalina

La quinta y última prueba del pentatlón era el lanzamiento de jabalina. La jabalina era una antigua arma de guerra, que medía el mismo tamaño del lanzador y tenía el grosor de un dedo humano; sin embargo, en competencias de carácter deportivo no llevaba un extremo puntiagudo, sino que redondeado. En su centro de gravedad, la jabalina tenía una correa de unos cuarenta centímetros que se enrollaba alrededor de ella; de esta manera, los lanzadores podían introducir sus dedos índice y pulgar en la correa y así poder cogerla para lanzarla. La clave del lanzamiento de la jabalina estaba en el movimiento de rotación que los lanzadores podían desarrollar, puesto que esta acción hacía posible que la fuerza del lanzamiento se multiplicara.

El lanzamiento de jabalina no ha cambiado mucho desde la antigüedad por que mas o menos el palo y los giros que hay que dar para mandar lo más lejos posible la jabalina son iguales.

El lanzamiento de jabalina se practicaba fundamentalmente en Europa, estas competiciones en la antigua Grecia tenían dos formas de evento distintas: Una, que era la clásica, que consistía en lanzar la jabalina lo más lejos posible, y la otra que consis
tía en intentar tirar la jabalina y acertar en un blanco concreto.