miércoles, 19 de abril de 2017

Templo de Artemisa en Éfeso

La ciudad de Éfeso en la actual Turquía, entonces llamada Asia Menor se encontraba a orillas del mar Jónico y ya no existe. Fue famosa por muchos motivos, uno de ellos, porque en ella se encontraba una de las antiguas siete maravillas del mundo antiguo, el templo de Artemisa.

Según las descripciones de Plinio el Viejo el templo seguía los cánones clásicos de los templos griegos. Sobre un basamento se alzaba el templo rodeado por 127 columnas de orden jónico de 18 metros de altura cada una. El templo tenía unas medidas de 115 metros de largo por 55 metros de ancho y estaba realizado todo en mármol de color blanco.

El rey Creso encargó la obra al arquitecto cretense Quersifrón y la parte escultórica a Escopas. La obra fue terminada por Metàgenes ya que se calcula que las obras se dilataron durante cerca de 120 años. En su interior se encontraba la estatua de dos metros de altura de la diosa, realizada en madera de vid y recubierta de oro y plata.

En el año 356 a.C. un hombre llamado Eróstrato incendió deliberadamente el templo con el único pretexto de que su nombre pasara a la historia, y ya que el hombre así lo quiso, aquí lo ponemos. En el 323 a.C.  , el templo fue restaurado por el arquitecto Dinócrates.En el año 262 d.C. y en plena decadencia romana, los godos procedentes del centro de Europa arrasaron la ciudad de Éfeso y arruinaron el templo y la ciudad. Los materiales serían usados como elementos de construcción y poco o nada se salvó de esta maravilla; sólo alguna columna queda "in situ" y algunos otros elementos en el Museo Británico de Londres.

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