
Este hecho a Poseidón no le gustó nada, era una acción que
merecía ser castigada, y provoco que la reina Pesifae, la bella mujer de Minos
e hija del dios Helios, se enamorara del animal y tuviera con él un hijo,
conocido como el monstruo Minotauro. Después enloqueció al toro.
El rey Euristeo al enterarse de la noticia, mando a Hércules
a realizar el siguiente trabajo: viajar a Creta, donde se encontraba el toro
destrozando todos los cultivos, capturarlo vivo y llevarlo ante él.
Hércules no lo dudó ni un segundo, sabiendo también que el
trabajo no le daría problemas porque el animal no tenía poderes mágicos y con
su brutal fuerza podía vencerlo, además, Minos le ofrecía toda la ayuda que
necesitara.
Cuando Hércules lo encontró empezó a luchar contra él, lo
agarró por los cuernos y se lo echo al hombro, llevándoselo por el mar Egeo
hasta la corte de Euristeo, en Micenas. El rey, quiso ofrecérselo a la diosa
Hera, pero la diosa no lo quiso porque le daba miedo, ya que el animal
presentaba una gran ferocidad y además tenía algo que ver con Hércules y ella
continuaba enfadada con él.
Euriesteo acabo por poner al toro en libertad, y atravesó el
istmo de Corinto, hasta que finalmente Teseo le mato en la llanura de Maratón.
Todo el pueblo de Creta quedo más tranquilo tras la noticia,
eso sí, gracias a Hércules otra vez.
- Heracles y el toro de Creta.
Detalle de un ático
negro-figura lekythos,
ca. 480-470 antes de Cristo.Se encuentra en Atenas.
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