El león de Nemea

El león había estado atemorizando los alrededores de Nemea y tenía la piel tan gruesa que ningún arma podía dañarle. Cuando Heracles se enfrentó al él por primera vez, todas sus armas resultaron inútiles. la mirada del animal tenía 2 entradas, Heracle bloqueó una entrada, acorraló al animal entrando por la otra y finalmente estranguló al león.

Heracles llevó al león a Micenas para que el rey Euristeo( encargado de supervisar sus pruebas) lo contemplase. Este se asustó tanto que prohibió a Heracles volver a entrar en la ciudad, construyó una tinaja en la que se escondía cada vez que el héroe iba a la ciudad y se comunicaban por medio de un mensajero.

 Heracles intentó ,infructuosamente, despellejar al animal pero su piel era demasiado gruesa. Atenea se apiadó de el y con forma de una ancianita le sugirió que probase ha hacerlo con las garras del propio león. De esta forma, gracias a una pequeña intervención divina, Heracles finalizó su primera prueba. Desde entonces Heracles usó la piel del animal como armadura y su cabeza como yelmo.

Este cuadro fue pintado por Francisco de Zurbarán en 1634. Forma parte de la serie Trabajos de Hércules destinada al Salón de Reinos, en el Palacio del Buen Retiro. Actualmente se encuentra expuesto en el Museo del prado en Madrid